3/7/07

Secundino

Esta mañana llegué a casa.Fué un viaje largo,de los incómodos,como cada vez que voy a Valencia,donde tengo que ir a varios sitios diferentes en distintos polígonos.

En la vuelta recogí a un señor que hacía auto-stop.Su destino era Oviedo,y no tenía ni un duro.Su ex-mujer le estaba haciendo la vida imposible y se las habia ingeniado para sacarle el piso,los bienes,y casi toda su paga.Tienen tres hijos en comun.La ex vive con un hombre que al parecer es dueño de un importante taller en Valencia,donde tiene bastantes empleados.No se casan porque así le puede seguir sangrando más y más pasta.Cuando nos dimos cuenta llevabamos tres horas hablando de lo mismo.

Secundino,el hombre este,dice que va a ver a Oviedo a su hermano que vive allí para pedirle consejo,y de paso una ayuda para salir adelante.Le propuse parar para comer,y cuando más o menos intuyó que le iba a invitar,aceptó.

Entramos en un resturante de carretera que hay a poco de dejar Madrid a un lado,y dimos buena cuenta de unos bocadillos de jamón asado y una ración de patatas fritas.Todo esto acompañado de unas cañas.Es lo máximo que me puedo permitir beber al conducir el camión.

Era inevitable que le explicara mi situación.Le dije que me habia divorciado,que luego me casara, y que dentro de un mes ya estaré divorciado oficialmente,y que llevo ya bastante tiempo separado.Tambien le conté que tenia dos hijas, una con cada mujer,y que no las puedo ver porque firmé no tener derecho a verlas a cambio de no tener compromisos económicos algunos.

Despues hubo un silencio,bastante triste,sólo roto por la camarera que nos preguntó si queríamos café.

Al volver al camión,empezó a oscurecer,y se fué poco a poco quedando dormido,no sin antes decirme:

-Que bien hiciste,Daniel,en deshacerte de esa preocupación.La verdad es que no me extraña nada que haya tantos casos de mujeres víctimas de la violencia de sus maridos.Yo algun día le haré a la mía pagar lo que se merece.Solo hay que esperar el momento adecuado.


Entonces Secundino se quedó dormido.Encendí un cigarro,metí el CD de "New York", de Lou Reed,y continue el viaje en el silencio de las carreteras españolas de noche.¿Que tal estaran Nerea y Julia?-Os quiero mucho,hijas.Mucho.

Un saludo,gente.

6 comentarios:

MICHEL CASADO dijo...

:)

Anónimo dijo...

Historias reales como la vida misma.

No me gusto el final de Secundino al justificar la violencia física. Nadie se lo merece. Si bien tampoco él se merece sufrir.

David Daniel dijo...

pues no,no lo estoy.te lo aseguro.

Arual dijo...

No se puede justificar la violencia de genero de ningun modo.
Un beso!

Raquel dijo...

Cómo te está doliendo eso, amigo...

Destructor dijo...

No creo que el justificara la "violencia de genero". Simplemente quiere justicia, y como no la hay, pues venganza. Que cojones, las parejas muchas veces terminan mal y uno puede desear venganza e irsele la olla o no dejarse llevar por la ira.

Nadie esta justificando la violencia de genero, lo que se pide ES JUSTICIA. POR QUE NO HAY IGUALDAD PARA LAS MUJERES EN ESTE CASO?

HAY QUE JODERSE! y encima ahora diréis que si soy un machista y un violento, cuando no es así en absoluto.

Saludos